Primera detección de luz visible reflejada en 51 Pegasi b

Primera detección de luz visible reflejada en 51 Pegasi b

Utilizando el instrumento HARPS, el cazador de planetas instalado en el Observatorio La Silla de ESO (en Chile), los astrónomos han hecho la primera detección espectroscópica de luz visible reflejada de un exoplaneta. Estas observaciones también revelaron nuevas propiedades de este objeto famoso, el primer exoplaneta descubierto alrededor de una estrella normal: 51 Pegasi b. El resultado promete un futuro emocionante para esta técnica, sobre todo por el advenimiento de la próxima generación de instrumentos como ESPRESSO, en el VLT, y de futuros telescopios como el E-ELT. El exoplaneta 51 Pegasi b se encuentra a unos 50 años luz de la Tierra, en la constelación de Pegaso. Fue descubierto en 1995 y siempre será recordado como el primer exoplaneta confirmado orbitando una estrella ordinaria como el Sol. También es considerado el arquetipo de Júpiter caliente, un tipo de planetas que ahora se sabe que son relativamente comunes, similares a Júpiter en tamaño y masa, pero que orbitan mucho más cerca de su estrella madre. Desde este descubrimiento que hizo historia se han confirmado más de 1.900 exoplanetas en 1.200 sistemas planetarios, pero, en el año del vigésimo aniversario de su descubrimiento, 51 Pegasi b vuelve a escena una vez más para proporcionar otro avance en el estudio de los exoplanetas. El equipo que hizo esta nueva detección fue dirigido por Jorge Martins, del Instituto de Astrofísica y Ciencias del Espacio (IA) y la Universidad de Oporto (Portugal), quien actualmente es estudiante de doctorado en ESO en Chile. Utilizaron el instrumento HARPS, instalado en el Telescopio de 3,6 metros de ESO, en el Observatorio La Silla (Chile). En la actualidad,...
Las galaxias gigantes mueren de dentro hacia afuera

Las galaxias gigantes mueren de dentro hacia afuera

Los astrónomos han mostrado, por primera vez, cuál fue el proceso que hizo que las galaxias “muertas” dejaran de formar estrellas hace miles de millones de años. El telescopio VLT (Very Large Telescope) de ESO y el telescopio espacial Hubble de NASA/ESA, han revelado que tres mil millones de años después del Big Bang, estas galaxias todavía formaban estrellas en sus zonas exteriores, pero no en su interior. La disminución en el ritmo de formación estelar parece haberse iniciado en los núcleos de las galaxias, extendiéndose luego a las partes exteriores. Los resultados se publican en la edición del 17 de abril de 2015 de la revista Science. Uno de los  grandes misterios de la astrofísica se ha centrado en cómo las masivas e inactivas galaxias elípticas, tan comunes en el universo moderno, frenaron hasta “desconectar” su otrora frenético ritmo de formación estelar. Estas colosales galaxias, a menudo también llamadas esferoides debido a su forma, típicamente contienen, en su atestado centro, una densidad de estrellas diez veces mayor a la de nuestra galaxia, la Vía Láctea, y tienen cerca de diez veces su masa. Los astrónomos se refieren a estas grandes galaxias como rojas y muertas, ya que exhiben una amplia abundancia de antiguas estrellas rojas, pero muestran la ausencia de jóvenes estrellas azules y no presentan evidencia de formación de nuevas estrellas. La edad estimada de las estrellas rojas sugiere que estas galaxias dejaron de crear nuevas estrellas hace 10.000 millones de años. Este “apagón” comenzó justo en el clímax de la formación de estrellas en el Universo, cuando muchas galaxias aún estaban dando a luz a estrellas...
Nuevos problemas para el ‘platillo volador’ de la NASA

Nuevos problemas para el ‘platillo volador’ de la NASA

Tras varios días de retraso, la NASA ha realizado por segunda vez las pruebas de vuelo con el platillo volador LDSD (Desacelerador Supersónico de Baja Densidad), que pretende ser clave para futuras expediciones humanas a Marte. El ensayo consistía en la elevación del platillo en un globo de helio hasta 35.000 metros (el límite entre la atmósfera y el espacio) con condiciones parecidas a la fina atmósfera de Marte. El problema surgió cuando el paracaídas gigante, de más de 30 metros, sufrió un desgarro. «Paracaídas desplegado, pero no se infla. Vamos a estudiar los datos de esta prueba para aprender y mejorar», fue la reacción en Twitter de la agencia.   Fuente:...
¿Qué sabemos de los satélites Galileanos?

¿Qué sabemos de los satélites Galileanos?

No es un accidente que Júpiter comparta su nombre con el Rey de los Dioses. Además de ser el mayor de los planetas del Sistema Solar – con dos veces y media del resto de planetas combinados – es también el hogar de algunas de las lunas mas grandes de cualquier planeta en el Sistema Solar. Las más grandes son conocidas como Galileanas, ya que fueron descubiertas por Galileo Galilei y llamadas así en su honor. Éstas son: Io, Europa, Ganímedes y Callisto, y son el cuarto, sexto, primero y tercer satélite más grande, respectivamente. Juntas, estas lunas contienen casi el 99.9% de la masa total que orbita alrededor de Júpiter, y que orbitan a una distancia entre 400.000 y 2.000.000 km del planeta. Estas lunas están entre los objetos más masivos del Sistema Solar, con la excepción del Sol y los ocho planetas.   Io: El satélite más cercano a Júpiter es Io, nombrado así después en honor a una sacerdotisa de Hera que fue amada por Zeus. Con un diámetro de 3,642 km, es la cuarta luna más grande del Sistema Solar. Con unos 400 volcanos activos, es también el objeto más activo geológicamente en el Sistema Solar. Su superficie está punteada por más de 100 montañas, algunas de ellas mayores que el Monte Everest de la Tierra. A diferencia de la mayoría de los satélites en la zona más alejada del Sistema Solar (que están cubiertos por hielo), Io está compuesto principalmente por roca de silicato que rodea un núcleo de hierro fundido o de súlfuro de hierro. Io tiene una atmósfera muy fina compuesta casi en su totalidad por...
Una mariposa celeste emerge de su polvorienta crisálida

Una mariposa celeste emerge de su polvorienta crisálida

El instrumento SPHERE revela una de las etapas más tempranas de formación de las nebulosas planetarias Por primera vez, algunas de las imágenes más nítidas jamás obtenidas por el Very Large Telescope de ESO revelan lo que parece ser una estrella envejecida dando a luz a una nebulosa planetaria en forma de mariposa. Estas observaciones de la estrella gigante roja L2 Puppis, obtenidas con el modo ZIMPOL del instrumento SPHERE, recién instalado, también mostraron claramente la existencia de una compañera cercana. Si las etapas de la muerte de las estrellas siguen planteando a los astrónomos muchos enigmas, el origen de nebulosas bipolares de este tipo, con sus complejas y atractivas formas de reloj de arena, resulta doblemente enigmático. L2 Puppis, que se encuentra a unos 200 años luz de distancia, es una de las estrellas gigantes rojas más cercanas a la Tierra de la que sabemos que está entrando en las fases finales de su vida. Las nuevas observaciones con el modo ZIMPOL del instrumento SPHERE fueron hechas en luz visible utilizando óptica adaptativa extrema, una técnica que corrige las imágenes en un grado mucho más alto que la óptica adaptativa estándar, permitiendo ver con gran detalle estructuras y objetos débiles cerca de fuentes luminosas de luz. Son los primeros resultados publicados de este modo y los más detallados sobre esta estrella. ZIMPOL puede producir imágenes tres veces más nítidas que las del telescopio espacial Hubble de NASA/ESA, y las nuevas observaciones muestran, con muchísimo detalle, el polvo que rodea a L2 Puppis. Esto confirma hallazgos previos, llevados a cabo con NACO, relacionados con cómo se ordena el polvo...